El título que obtuve en el TEC dice ingeniero en computación administrativa (grado bachiller). Años después de obtenerlo cuestioné si lo que estudié era ingeniería.
Computación se asocia con computadoras, pero va más allá; hacia 1989, según el libroComputing as a discipline, se la entendía como “la disciplina del estudio sistemático de procesos algorítmicos que describen y transforman información: su teoría, análisis, diseño, eficiencia, implementación y aplicación”.
Administrativa porque tenía que ver con administración de empresas. Se buscaba que los graduados contribuyeran a aplicar la tecnología computacional al desarrollo de sistemas de información empresariales. La carrera nació en 1976 en el TEC y allí lo que había eran ingenierías. Hasta la fecha no ha tenido cursos de física en su plan de estudios.
Hoy llamada ingeniería en computación, la carrera es juzgada por los empleadores como la mejor entre las relacionadas con las TIC, pero no podría ser acreditada de acuerdo con los criterios del Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica, que sigue muy de cerca a los canadienses y exige unas 225 horas de cursos que incluyan física y (o) química.
Los criterios de ABET (Estados Unidos) son más inclusivos, al tener regulaciones específicas para carreras de computación que no exigen conocimientos de física, salvo en la ingeniería de computadoras –nueva en el TEC– donde se lidia con artefactos físicos.
La computación aplicada comparte con la ingeniería tradicional el hacer diseño de artefactos útiles cuyas propiedades pueden ser determinadas antes de su construcción, en esfuerzos que procuran ser económicos y con consideraciones de seguridad para los usuarios y el ambiente. Es tiempo de que esas disciplinas se acerquen, se comprendan y hagan verdadera sinergia.
Artículo publicado en el periódico El Financiero
