Una hoja genera costos mucho mayores que el del papel. Hay que guardar, cuidar, buscar, copiar, transportar y desechar (reciclar) los documentos impresos. Si la hoja es un formulario, hay que transcribir la información y se cometen errores que obligan a revisar, corregir, etc.
Paradójicamente, uno de los mayores beneficiarios de los avances de la Tecnología de Información es la industria del papel, ya que antes los documentos se hacían con cuidado (corregir era tedioso), pero ahora se hacen a la carrera, se imprimen (en borrador), se corrigen a la ligera, se vuelven a imprimir, y sigue el consumo cada vez mayor de papel. Los proveedores de impresoras están felices sobre todo con la venta de cartuchos de tinta.
Pero tal vez el costo más grande de la sociedad basada en papel es la ineficiencia. Para muestra un hospital: El papeleo y las horas que dedican doctores, enfermeras y administradores a apuntar, transcribir, archivar, etc. son increíbles. La experiencia del Hospital Bumrungrad en Malasia probó que, al eliminar el papeleo, los doctores pueden atender el doble de pacientes.
Quizás lo más sorprendente es el escaso monitoreo del consumo del papel en empresas e instituciones, ya que la eficiencia es inversamente proporcional a él.
Artículo publicado en el periódico La Nación
