Entretenimiento intelectual

Enero 11, 2010 - Publicaciones

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Me dice un buen amigo que hay mucha gente a la que le duele tener que pensar. Yo, desafortunadamente, creo que tiene razón, pero también creo que hay mucha gente (y podría haber más) a la que le gusta pensar. Al que le duele pensar, el concepto de entretenimiento intelectual es una contradicción de términos (a menos que sea, además, masoquista). Al que le gusta pensar, todo entretenimiento es, por definición, intelectual. Me temo, sin embargo, que haya mucha gente que, si bien no le duele pensar, tampoco le apasiona, y no consideran el entretenimiento intelectual dentro de sus actividades usuales. Si consideramos denigrante para un ser humano realizar tareas que puede realizar una máquina, y la capacidad intelectual como una diferencia fundamental entre el ser humano y las máquinas, deberíamos concluir en la necesidad de utilizar todas las alternativas disponibles para aumentar constantemente la capacidad intelectual de todos.

El entretenimiento intelectual por excelencia es la lectura, pero hay muchas otras formas de entretenernos utilizando más neuronas que las relacionadas con la vista y el oído. La línea entre el entretenimiento y el entrenamiento (y educación) es, ciertamente, muy tenue e importante.

En un mundo que estimula y promueve la profundidad y especialización por encima de la amplitud y generalidad, todos tendemos a dedicar las horas de entrenamiento y educación a temas conocidos o relacionados, a especializarnos, a entender mejor lo que ya sabemos. Las horas de entretenimiento, por otro lado, estamos más dispuestos a dedicarlas a temas desconocidos e incluso insospechados. Algunos de los que les duele pensar argumentan que las horas de entretenimiento son para descansar y no para seguir trabajando el cerebro. Todos sabemos, sin embargo, que el cerebro no se descansa dejando de pensar, se descansa pensando en otra cosa y de otra manera – “dejando de pensar en serio” dice un médico amigo y deportista–.

Nuevos talentos. La tecnología de información en general, y la Internet en particular, nos ha puesto en contacto con una enorme cantidad de ideas y pensamientos provenientes de todos los rincones del planeta. Hoy estamos en contacto directo con una increíble cantidad de talento e ideas valiosas. Claro que también hay una gran cantidad de basura, la labor de separación de ideas ha tomado un auge y un valor que no sospechábamos hace tan solo una década.

Hace 25 años, Richard Wurman observó una poderosa convergencia entre tecnología, entretenimiento y diseño, lo cual lo llevó a iniciar las conferencias TED. Hoy el mundo intenta lidiar con problemas sumamente complejos, problemas que sobrepasan la capacidad intelectual de cualquier ser humano –problemas como el sistema financiero y el cambio climático–. Esto sucede al mismo tiempo que entramos en contacto con una vasta veta de talento e ideas valiosas. TED.com está realizando una gran labor en difundir muchas de esas ideas por medio de sus conferencias en California y Oxford (las cuales publica gratis en Internet).

El año pasado se inició el programa TEDx, en el cual organizaciones independientes, siguiendo los lineamientos de TED, organizan eventos regionales. Ya se han realizado 300 de estos eventos. El próximo 19 de marzo se realizará TEDxPuraVida en San José, totalmente en español, con grandes pensadores y productores de cambio de Latinoamérica. Hasta dónde sabemos, este será el evento más grande, o de los más grandes, realizado en la región.

En las conferencias TED, uno asiste a cuatro días de conferencias de altísimo nivel, de 18 minutos. Las conferencias TEDx son más cortas, a lo sumo un día, pero la dinámica es la misma. La diversidad de los temas que se presentan es acorde con la diversidad de los asistentes, todos aprendemos de todo y lo hacemos con presentadores tan valiosos que hacen de la experiencia un deleite intelectual. Sin duda una de las mejores formas de entretenimiento. La evidencia sugiere que el valor de este tipo de entretenimiento va mucho más allá de hacer sentirse bien a los participantes.

¿Será posible, utilizar T ecnología para promover E ntretenimiento intelectual, que nos permita, entre todos, Diseñar soluciones a los grandes problemas del planeta? ¿Hay algún motivo para no intentarlo?

Artículo publicado en el periódico La Nación