Gobierno de lo digital

Junio 1, 2009 - Publicaciones

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Costa Rica tiene más de diez años de estar ejecutando proyectos e iniciativas de gobierno digital. Los logros no guardan relación al tiempo y esfuerzo invertido. Ha faltado un esquema de gobernabilidad que ordene, oriente y dirija los esfuerzos para convertir el Gobierno en un proveedor eficiente, de servicios ágiles y transparentes.

La aplicación de las tecnologías digitales siempre ha ofrecido, a empresas e instituciones, enormes oportunidades de crear eficiencias. Desafortunadamente, no basta con buenas ideas que sean apoyadas por jerarcas y ejecutivos. Conforme ha ido creciendo la variedad de tecnologías disponibles y se ha ido reduciendo el costo de las mismas, hemos visto cómo muchas dependencias de una misma organización tienen buenas ideas y consiguen el apoyo de jerarcas y ejecutivos para terminar produciendo una ensalada de tecnologías y sistemas.

Esquema de gobierno. Entre más grande y compleja una organización, más necesario es el esquema de gobierno de lo digital. El mejor esquema de gobierno para una organización, no es necesariamente el mejor para otra. Los esquemas que funcionan bien en otras culturas, probablemente no funcionen en Costa Rica –es claro que la cultura es un factor crítico de cualquier esquema de gobernabilidad–.

Hace treinta años se presentó a la Asamblea Legislativa el proyecto de ley para la creación del Centro Nacional de Cómputo. Ese proyecto proponía la centralización, tanto física como lógica del quehacer digital (que en aquella época se limitaba al procesamiento de datos). Sobra decir que el proyecto fue rápidamente derrotado ya que el mismo atentaba contra los intereses, no solo de los grandes proveedores de la época, sino también contra los feudos tecnológicos que empezaban a formarse. Así, en lugar de centralizar las decisiones y las operaciones, se decidió dejar que cada quien hiciera lo que mejor pudiera.

Las tecnologías propietarias que se vendieron e instalaron en aquella época en el gobierno, son verdaderos dinosaurios tecnológicos que hoy siguen funcionando en diversas instituciones estatales. Con la notoria excepción del Banco Central, hemos visto muy pocos proyectos exitosos en la eliminación de dinosaurios. Es difícil imaginar que hoy estaríamos todavía lidiando con estas tecnologías obsoletas, si se hubiera implementado un esquema de gobierno de lo digital en el sector público.

Las iniciativas de gobierno digital hasta la fecha han carecido de autoridad real para ordenar la digitalización del gobierno (la organización más grande y compleja del país). Esta falta de gobernabilidad ha obligado a las diferentes iniciativas y proyectos a limitarse a asuntos relativamente cosméticos, como poner servicios en Internet. Esto ha evitado encauzar esfuerzos a los asuntos más importantes, difíciles y complejos, como reemplazar los dinosaurios que, a pesar de ser tan tiesos como un lagarto enyesado, siguen siendo los responsables de muchos servicios –tanto en Internet como en ventanilla–.

Esquema exitoso. Entre los esquemas de gobernabilidad existentes para la aplicación de las tecnologías digitales, el Oficial en Jefe de Información (CIO por sus siglas en inglés) es el factor común recurrente. Tanto empresas como Gobiernos exitosos en sus procesos de digitalización cuentan con CIO. En algunos países cuentan además con un CIO de todo el Gobierno, al cual le reportan funcionalmente los CIO de cada institución; otros cuentan también con consejos de CIO que se reúnen periódicamente para evitar las ensaladas de sistemas y tecnologías.

Variedades y combinaciones de consejos, comités y otros órganos colegiados completan y complementan los esquemas de gobernabilidad en diferentes países y empresas.

Dado que el CIO es el máximo responsable de la digitalización (procesamiento, almacenamiento y transmisión) de la información en la organización y que, necesariamente, reporta al máximo jerarca, es lastimoso realizar que en el sector público de Costa Rica, los CIO se pueden contar con los dedos de una mano.

Artículo publicado en el periódico La Nación