La innovación tecnológica, es lo que proveerá la ventaja competitiva del futuro, pero esto es más fácil decirlo que hacerlo. Durante años en Costa Rica hemos luchado con la introducción de tecnologías, nuevas para nuestro medio, que tenían muchos años de estar funcionando en los países desarrollados (por ejemplo, los cajeros automáticos y el código de barras).
En muchas ocasiones hemos visto como el atraso genera más atraso, cómo el pequeñismo mental reduce todavía más la visión y las aspiraciones, y como el derrotismo lleva a despedir al entrenador ganador para contratar al perdedor. Es triste ver cómo en nuestro país, aquellos que se atreven a pensar en grande, a salirse del sendero trazado por las grandes multinacionales, en lugar de recibir el apoyo que merecen, con demasiada frecuencia reciben el tratamiento del serrucho.
Tecnología absoleta. Los vendedores de tecnología (o de espejos) con frecuencia nos dicen que debemos comprar tecnologías "probadas", lo cual es casi siempre un eufemismo para vendernos tecnologías obsoletas. Debemos entender que la tecnología no es solo hardware y software. La tecnología incluye la gente, su organización, sus procedimientos y sus relaciones (también conocido como orgware). También debemos estar claros en que, para lograr la innovación tecnológica, no es necesario haber producido la tecnología en nuestros laboratorios. En este mundo globalizado es perfectamente viable importar tecnologías de las cuatro esquinas del universo para integrarlas, de una manera innovadora, y utilizarlas para promover nuestro desarrollo económico (lo cual, obviamente, no implica necesariamente aumentar exportaciones).
El pasado 27 de noviembre, el Banco Crédito Agrícola de Cartago lanzó oficialmente el producto financiero más innovativo jamás lanzado en Costa Rica: la tarjeta inteligente Megachip. La tecnología de tarjeta inteligente tiene más de 20 años de existir; fue desarrollada para combatir el fraude que es muy frecuente en las tarjetas de banda magnética. Una tarjeta inteligente sin medidas de seguridad es solamente un sustituto del efectivo que no beneficia al usuario ya que se puede perder y robar tan fácilmente como el efectivo.
Megachip es un producto realmente innovador y muy superior a cualquier otro producto actual o anunciado. Es fruto de una actitud prudente y visionaria de la Junta Directiva y la Gerencia del BCAC. Megachip es tarjeta de débito, tarjeta de crédito y monedero electrónico, todo en una tarjeta de plástico con medidas de seguridad que le garantizan, tanto al tarjetahabiente como al comerciante, la imposibilidad de perder (por descuido o robo) su dinero.
Pero el BCAC ha ido más allá. Con Megachip, el tarjetahabiente no solo realiza sus compras de la manera más rápida y expedita (no requiere autorización por teléfono) sino que también retira efectivo en cualquier punto de venta (¡ven como los cajeros automáticos son obsoletos!). Adicionalmente es posible pagar cuentas (como luz, agua, teléfonos, escuelas, membrecías, etc.) en el punto de venta y cuando el salario se acaba, es posible utilizar crédito a la tasa más baja del mercado.
Visión de futuro. En varias ocasiones, en las últimas semanas, El Financiero ha publicado reportajes acerca de las comisiones que cobran las tarjetas de débito y crédito a los comerciantes. Megachip no cobra comisiones al comercio ni membrecía anual al tarjetahabiente.
Los negocios, como el desarrollo, también deben ser sostenibles. Un cobro porcentual sobre una transacción de tarjeta de débito es, a todas luces, un negocio no sostenible ya que no se está dando valor a cambio (el riesgo es cero). El negocio de darles crédito gratis a aquellos que no necesitan crédito (los que pagan el total antes de la fecha límite), debe, por decencia, no ser sostenible. ¿A cuenta de qué los más ricos reciben crédito gratis? El crédito gratis de unos cuantos lo pagan todos, ya sea a través de precios más altos o a través de crédito más caro para los que sí lo necesitan. Megachip no le da crédito gratis a nadie pero le da crédito barato a todos.
Es evidente que el esfuerzo del BCAC merece el apoyo de todos; este producto tan innovador está disponible primero en Cartago, pero es necesario que el próximo año se extienda a todo el país. Como un ejemplo más de la claridad de visión, el BCAC se dispone ha ofrecer la tecnología a los otros bancos del país.
Artículo publicado en el periódico La Nación