Quedarse en casa

Marzo 16, 2003 - Publicaciones

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Definitivamente, hay que estar fregado de la jupa para salir a la calle e ir a hacer fila a un banco para realizar un pago. Debemos felicitar al Banco de Costa Rica por su campaña (aunque no nos gusten algunos de los anuncios) ya que denota visión tecnológica y, sobre todo, responsabilidad ciudadana.

Imagino que la campaña del BCR debe tener origen en una encuesta, de la que me enteré recientemente y en la que se descubrió que hasta un 90 por ciento de la gente que hace fila en los bancos va a pagar una cuenta. Esto es uno de los claros desperdicios a los que me he referido en otras ocasiones. Tenemos gente que desperdicia gasolina y contamina el aire para llegar al banco y perder tiempo en la fila. El banco desperdicia el local y el tiempo del cajero. A su vez, las instituciones desperdician la comisión que pagan a los bancos por el cobro y que se traduce en tarifas más altas para todos. También se desperdician montañas de papel y los árboles necesarios para fabricarlo. La lista de desperdicios continúa indefinidamente.

Todos perdemos. El costo asociado a la presentación y cobro de cuentas por servicios públicos es sin duda muy elevado. Las instituciones incurren en gastos para calcular cuánto cobrar a cada usuario, imprimir las facturas en papel y hacerlas llegar a los usuarios, luego pagar una comisión al que realiza el cobro en ventanilla, y finalmente procesar las facturas pagadas. Los usuarios pagan los servicios más caros, ya que los gastos de las instituciones están incluidos en las tarifas, y además salen a la calle, pagan por el transporte, contaminan el ambiente y pierden el tiempo haciendo fila. ¿Cuánto le cuesta todo esto al país? ¿Está este país de Dios en condiciones de desperdiciar recursos de esta manera?

Los pagos por Internet son sin duda una alternativa mucho más eficiente pero, desafortunadamente, no todos tenemos acceso a Internet (Internet Avanzada se encuentra secuestrada). Espero que pronto podamos hacer pagos por teléfono, que las facturas de papel cedan ante el correo electrónico y que todos aprendamos a utilizar las facilidades de débito directo que existen gracias al sistema de pagos del Banco Central. El débito directo es aún más eficiente que el pago por Internet o por teléfono, ya que ni siquiera es necesario pagar, pues el pago se hace automáticamente en la fecha de vencimiento.

Millones al mes. Insisto en que debemos felicitar al BCR por levantar la bandera. Los ahorros potenciales que puede tener el país si tan solo utilizamos las tecnologías actualmente disponibles para hacer pagos cotidianos, son del orden de varios millones de dólares mensuales, todos los meses y para siempre.

Claro que siempre están aquellos que se lucran con las tecnologías obsoletas y, por consiguiente, hacen todo lo posible por atrasar el progreso. Promover atrasos en las instituciones estatales no es difícil, su sistema de requisición y control atenta contra el progreso. Dejar de atacar a los gigantes solo porque parecen molinos es, sin duda, cobardía.

Artículo publicado en el periódico La Nación