Tecnología de la información

Mayo 4, 1998 - Publicaciones

Compartir

La Tecnología de Información (TI) se ha convertido en una de las industrias más grandes del mundo, pero su razón de ser va mucho más allá de proporcionarnos trabajo a los informáticos. Su razón de ser (y el motivo por el cual en Costa Rica gastaremos cerca de $200 millones en TI este año) es porque hace a todos los sectores de la economía más eficientes y productivos (o por lo menos ese es el cuento).

Durante los últimos 10 años, en el Club de Investigación Tecnológica nos hemos preguntado cómo medir el retorno sobre la inversión tecnológica, y hemos indagado si de veras somos más eficientes o productivos después de gastar (¿invertir?) más de $1.000 millones en TI durante los últimos diez años. Desafortunadamente no tenemos respuestas claras y concisas, pero sí estamos claros que, durante los próximos dos años, Costa Rica va a sentir un fuerte impacto económico producido por la TI.

Consideramos que el impacto vendrá de una o más de las siguientes cuatro situaciones: El cambio de siglo, la maquila de tecnología, las tarjetas inteligentes y el correo electrónico gratis para todos los costarricenses.

Cambio de siglo. A esto me referí hace pocas semanas bajo el título de Problemas del año 2000, en este caso, desgraciadamente, la TI es muy probable que cause un impacto económico negativo. Sería triste que el primer impacto macroeconómico causado por la TI sea un impacto negativo, pero esconder la cabeza en la arena y pretender que el problema no existe (como han hecho a la fecha la mayoría de empresas e instituciones) únicamente hace más probable el desastre.

Maquila de tecnología. Las cosas hay que llamarlas por su nombre. En Costa Rica, la maquila es un proceso bien conocido, y en general es aceptado como un mal vehículo para promover el desarrollo. Explotar la "ventaja" de tener mano de obra barata nunca ha tenido mucho sentido. Extraer de la economía un gran número de ingenieros (su valor agregado no permanece en el país) tiene un potencial desastroso. Ahora bien, la maquila como estrategia de transición sí podría tener sentido, y potencialmente ser muy provechosa para la economía del país. Lo que es claro es que no tendrá un efecto neutral, lo vamos a sentir, y duro, para bien o para mal.

Tarjetas inteligentes. En Costa Rica actualmente hay más proyectos de tarjetas inteligentes que en ningún lugar del mundo, hay cuatro en escala nacional. Esta tecnología es, por mucho, la manera más eficiente de efectuar pagos. El costo de realizar una transacción con una tarjeta inteligente es muchas veces menor que el costo de realizar la misma transacción con dinero efectivo, con tarjetas de banda magnéticas, o con cheques de papel. Cuando un país adopta un medio de pago más barato y efectivo, todos ganan: los bancos, los comerciantes y el público el general (la excepción son los que estaban usufructuando de los medios de pago anacrónicos). La estupidez de que esta tecnología debe ser utilizada únicamente para pagos menores no merece ni considerarse, esta tecnología tiene la capacidad (y el deber) de reemplazar todos los medios de pago actuales. El impacto económico de esta tecnología tiene un obvio potencial de vasto alcance.

Correo electrónico gratis. Se estima que en Costa Rica hay más de 200.000 computadoras, desafortunadamente, la mayoría son gajos, es decir no sirven para navegar en Internet. El ritmo de aumento de usuarios de Internet en Costa Rica es lento en comparación con el ritmo mundial. La lentitud se atribuye, en gran medida, al montón de gajos instalados (los cuales sí sirven para hacer muchas otras cosas). Ahora bien, resulta que los gajos sí sirven para enviar y recibir correo electrónico, también resulta que el costo de ofrecer correo electrónico es una fracción del costo de ofrecer todos los servicios de Internet (el tiempo promedio de conexión es muy corto). La idea de ofrecer correo electrónico gratis para todos los costarricenses no es del todo descabellada, es una gran idea, el costo es muy moderado y el resultado potencial es enorme. Yo estoy muy claro que si el próximo gobierno logra implementar esta gran idea, el país se pondría a la vanguardia mundial, el impacto será más de lo que podemos imaginar.

En el Club de Investigación Tecnológica consideramos que sería imperdonable que cualquiera de estas situaciones nos tomara por sorpresa. Es por eso que estamos organizando, juntamente con La Nación, un ciclo de mesas redondas en las cuales se analizarán y discutirán a fondo cada uno de estos temas, para el beneficio de todos los costarricenses.

Artículo publicado en el periódico La Nación