En círculos académicos se ha dicho, en broma, que investigar es muy fácil; solo hay que hacer tres cosas: encontrar algo para averiguar, averiguarlo y escribirlo. En el Club de Investigación Tecnológica es, entonces, más fácil: solo hay que hacer las dos últimas, ya que las empresas e instituciones afiliadas escogen, por votación, los temas a investigar.
En agosto de 1988 entregamos el primer informe del Club de Investigación Tecnológica. El tema de ese primer informe fue “Redes de computadores”. Hay una diferencia importante entre la investigación aplicada, como la que hacemos en el Club, y la investigación básica, como la que se hace en centros académicos. Mientras los términos de referencia para la investigación básica son “contribuir significativamente al conocimiento o entendimiento del tema”, los términos de referencia para la investigación aplicada son mucho más angostos, tanto en la escogencia de tema como en su tratamiento.
Investigación aplicada. Cuando hacemos investigación aplicada, nos interesan los temas de aplicación inmediata, y el tratamiento del tema tiene como objetivo mejorar el conocimiento y entendimiento de una población mucho más restringida: en nuestro caso, las organizaciones afiliadas al Club.
Así como hace 20 años tratamos de ayudarles a los afiliados a entender qué son y cómo podemos aprovechar las redes de computadores para beneficio de las organizaciones, hoy estamos prontos a entregar el informe número 40, dedicado a la arquitectura empresarial. Como siempre, una parte importante del esfuerzo de investigación es la articulación del tema en términos sencillos y corrientes que hagan las expectativas de adopción de la tecnología lo más realistas posible. En el Club nos interesan tanto las cualidades técnicas de las nuevas tecnologías como las implicaciones de su adopción al desempeño de las organizaciones.
Durante estos años, tanto la gama como la complejidad de las tecnologías disponibles a las empresas han aumentado exponencialmente. Hoy en día es difícil imaginar una organización (de cualquier sector de la economía) que pueda operar sin sistemas de información eficientes. La tecnología de información, desde hace años, representa el gasto de capital más importante, ciertamente en cuanto a los montos y, posiblemente, en cuanto a las consecuencias. Cada vez la obsolescencia acecha más rápido y, por lo tanto, es más difícil mantenerse al día con la última tecnología.
Alianzas estratégicas. El Club ha logrado consolidar dos alianzas estratégicas que han potenciado enormemente sus capacidades. La alianza con el Incae ha permitido articular mejor los temas tecnológicos hacia los tomadores de decisiones de las organizaciones afiliadas y abarcar temas más amplios, como es el caso del programa Costa Rica Digital. La alianza con el Object Management Group ha brindado acceso a una enorme fuente de talento importado, así como a los últimos estándares de software que hacen posible lidiar con la enorme diversidad de tecnologías que siguen apareciendo.
Para mí, es claro que el Club de Investigación Tecnológica está apenas empezando. La importancia y la complejidad de las tecnologías para las empresas e instituciones solo van a aumentar con el tiempo.
Es nuestro reto aprender a controlar la complejidad asociada a la adopción de las tecnologías para provecho de las organizaciones.
Artículo publicado en el periódico La Nación