La semana pasada, entre el ya acostumbrado mar de malas noticias, el Gobierno nos dio una buena. El lanzamiento del Acuerdo Social Digital es, sin duda, una buena noticia.
Partiendo de estudios serios que demuestra que por cada punto porcentual de penetración de banda ancha en un país, el PIB crece 0,16%, y dado que en Costa Rica la penetración de banda ancha es tan solo 7%, es obvia la clara oportunidad que tenemos de agregarle por lo menos un 3% de crecimiento al PIB en el corto plazo.
Casa, trabajo y centros de estudio. El Acuerdo Social Digital consiste de una serie de iniciativas tendientes a aumentar la digitalización del país en las tres áreas fundamentales: infraestructura, dispositivos y destrezas solidarios, y contenido. A diferencia de otras iniciativas en el pasado, en esta ocasión, el Gobierno cuenta con los recursos para implementar los planes (Fonatel) y con la organización para ejecutarlo (Gobierno Digital).
La infraestructura digital del futuro es, sin duda, una red de fibra óptica que nos conecte a todos a muy altas velocidades desde la casa, el trabajo y los centros de estudio. La disponibilidad solidaria de equipos y capacitación para los sectores menos privilegiados nos asegura el control y reducción de las brechas digitales que, sin esta iniciativa, sin duda ampliarían las brechas sociales. El Gobierno Digital proveerá del contenido digital que agregará valor a todos nosotros, permitiéndonos interactuar con las instituciones públicas sin tener que hacer filas ni sufrir agravios.
Alianza con Racsa. En el lanzamiento del Acuerdo, doña Laura Chinchilla anunció que finalmente, después de 5 años de funcionar la Secretaría Técnica de Gobierno Digital, se logrará su institucionalidad y sostenibilidad, en el marco de una alianza con Racsa. Estas son muy buenas noticias, tanto para Racsa como para el Gobierno Digital.
La correlación entre la banda ancha y el crecimiento del PIB se da, primero por el trabajo requerido para desplegar la red y segundo, y sobre todo, por el aumento en productividad que resulta de utilizar la red. Es, por eso, sumamente importante destacar las condiciones de neutralidad y simetría de la red de fibra óptica que anunció doña Laura.
Que la red de acceso (la “última milla”) sea de fibra nos garantiza que podremos tener suficiente ancho de banda. Hoy en día necesitamos tener como 20 Mbps (millones de bits por segundo) por usuario, pero el año entrante es probable que sea el doble – en los últimos 15 años el ancho de banda por dólar ha crecido aún más rápido que el poder de cómputo por dólar, el cual ha crecido exponencialmente (Ley de Moore)–.
Simetría de la red. La simetría de la red nos permitirá subir información a la misma velocidad con la cual bajamos, esto es fundamental para promover la imaginación y la innovación, para que pequeñas empresas productoras de contenido digital (audiovisuales, software, etc.) puedan florecer.
La neutralidad de la red nos garantiza que los operadores no podrán discriminar el tráfico, por contenido, procedencia o tecnología. Las redes digitales son los medios de comunicación masiva del futuro y por lo tanto se debe proteger su neutralidad. La analogía con las redes viales son carreteras por donde pueden transitar todos por igual sin importar el tamaño, dueño o características del vehículo.
También hay amplios estudios que demuestran que la adopción de la banda ancha en hogares y pymes es sumamente elástica al precio. O sea que, para lograr un aumento del 20% en penetración de la banda ancha, esta debe ser barata. Esto se puede lograr en el cortísimo plazo, con subsidios, y en el mediano plazo, separando a los dueños de la infraestructura de los proveedores de servicios (que los dueños de las carreteras no sean los dueños de las líneas de buses o los vendedores de carros).
Sector productivo. Una manera muy efectiva de desaprovechar estas buenas noticias es no hacer nada y esperar que el Gobierno haga todo. El sector productivo debe responder al llamado de la señora Presidenta, para, entre todos, asegurarnos de que esta no sea otra oportunidad desperdiciada.