Costo del paso lento

Octubre 15, 2012 - Noticias, Publicaciones

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El editorial del El Financiero de la semana anterior se refiere al lento avance de Fonatel, pero no dice nada del costo de ese paso lento. Lo que plantea el editorial me parece acertado, pero considero que el costo del paso lento debe analizarse con cuidado. El motivo para desplegar cualquier tecnología (digital o no) siempre es para obtener algún beneficio (social o económico). En el caso de las tecnologías digitales, por su, cada vez más, rápido desarrollo y obsolescencia, el costo de oportunidad puede ser excesivo.

El proyecto “Cerrando Brechas” contenido en el Acuerdo Social Digital, propone conectar con banda súper ancha a todos los centros educativos del país. Este proyecto no sólo tiene un enorme valor social, ya que lleva los beneficios de las nuevas tecnologías a aquellos que de otra manera no lo tendrían, sino que también tiene un importante beneficio económico. Este proyecto aumentará, muy rápido, la penetración de banda ancha en el país. Dada la evidencia existente que demuestra la correlación entre el aumento de la penetración de banda ancha y el crecimiento económico, es fácil determinar que cada año de atraso de este proyecto, nos cuesta (al país) puntos porcentuales del PIB.

Desafortunadamente, en Costa Rica, este no es el único caso de proyectos muy beneficiosos que se llevan a paso lento. El proyecto de Tributación Digital fracasó hace más de dos años. Lograron implementar el nuevo sistema para los grandes contribuyentes, pero no lograron hacerlo para el restante 99,5% de los contribuyentes (el proveedor entró en dificultades financieras, se demandaron los unos a los otros, etc. etc.). Obviamente, el motivo para iniciar este proyecto no era para ahorrar papel, sino para aumentar la recaudación. Si este proyecto se hubiera retomado con sentido de urgencia, el déficit fiscal sería muy diferente.

El expediente digital de salud, dicen que tienen 14 años de estarse desarrollando en la CCSS. Otros dicen que en Costa Rica contamos con el mejor sistema de salud del mundo, que funciona en papel. El costo de no contar con un expediente digital de salud, no sólo afecta la calidad del servicio (pacientes que no pueden ser atendidos porque el expediente de papel no aparece) sino que conlleva un costo económico, sin duda, muy elevado. La ausencia del expediente obliga a repetir numerosos exámenes, impide controlar debidamente la receta de medicamentos (pacientes que visitan varios centros de salud) y las incapacidades excesivas. Actualmente se está en proceso de instalar un sistema en los más de mil Ebáis del país, este proceso estará cumplido en 2017, para entonces iniciar otro proyecto de implementación de un sistema en las clínicas y hospitales.

Sorprendentemente, no es cierto que toda la Caja del Seguro funcione en papel, hay por lo menos 20 clínicas y hospitales que cuentan con sistemas, pero no existe ninguna comunicación entre ellos. Pareciera que se considera que el sistema de expediente electrónico debe ser único, en lugar de aprovechar las tecnologías existentes que permiten a diferentes sistemas intercambiar información de manera transparente y eficiente. No conozco el estimado del costo de oportunidad del expediente digital electrónico, pero tiene que ser plata muy grande.

El primer proyecto para realizar las compras públicas en línea inició hace 12 años. Hoy en día más de la mitad de las instituciones públicas siguen realizando sus adquisiciones utilizando procedimientos basados en papel. Pero, tal vez lo más sorprendente, es que existen numerosos sistemas que implementan diversos grados de automatización y transparencia a las compras públicas. No es lo mismo enviar la imagen de un documento por vía electrónica, que enviar datos contenidos en un formulario electrónico: el primero no es manipulable y, por lo tanto, el proceso se mantiene opaco, mientras que en el segundo es posible hacer todo el proceso eficiente y transparente. El costo de oportunidad de no realizar todas las compras públicas de manera automatizada y en línea ha sido calculado por Gobierno digital (extrapolando los ahorros obtenidos por MerLink) en casi $1.000 millones.

Lamentablemente, estos botones son solo una muestra. Como en el caso de Fonatel, es difícil entender que se cuestione la intención de quienes quieren apurar la marcha. Creo mucho más cuestionables las intenciones de quienes insisten en el paso lento.

Artículo publicado en el periódico La Nación

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