“Con Intel” versus “sin Intel” : es tal la magnitud del impacto de la empresa, que las estadísticas de exportación se presentan de manera diferenciada. En el Instituto Tecnológico de Costa Rica atendimos misiones que nos visitaron para determinar la calidad de los profesionales que podíamos preparar. Entonces no apreciamos lo que vendría. Yo pensaba que era una “maquila sofisticada” para la empresa líder mundial en microprocesadores. Lo era, pero fue más allá.
Intel nos ha permitido demostrarnos que el talento costarricense sí puede. No solamente podemos hacer ensamble y pruebas de calidad mundial, sino que podemos poner a punto nuevos procesos de producción en tiempo récord – algo clave para el hipercompetitivo mercado de los microprocesadores.
Hacemos logística de excelencia, prácticamente sin errores. Ofrecemos complejos servicios internos a una corporación global. Desarrollamos innovadoras aplicaciones de software para sus exigentes unidades de negocio.
Ingenieros ticos supervisan la producción, pero también diseñan partes de microprocesadores y chipsets. Gerentes ticos dirigen procesos innovadores que impactan a plantas dispersas en cuatro continentes.
Intel nos habilitó para dar confianza en las capacidades del país y demostrar que nuestras inversiones sociales tenían el mayor sentido. Ahora se trata de seguir, crecer y perfeccionarse.
Artículo publicado en el periódico El Financiero
