Investigación, innovación y desarrollo

Noviembre 18, 2013 - Noticias, Publicaciones

Compartir

Es bien sabido que la innovación es el camino más rápido para obtener ventaja competitiva y crecimiento económico. La innovación de productos es la más conocida, pero la innovación de procesos, modelos de negocio, y expe-riencia del usuario puede proporcionar tanta o más competitividad que los productos innovadores.

Recientemente, Apple anunció una nueva tableta, y de inmediato reasumió el liderazgo en el mercado, altamente competitivo, de dispositivos móviles. El mercado de dispositivos móviles es tan competitivo, que tres de los grandes competidores de ese mercado (Apple, Google y Samsung) aparecen entre las 10 empresas más innovadoras, según el ranquin de Booz & Company.

Es interesante notar que, este año, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) entre las 1.000 organizaciones que más invierten llegó a un máximo histórico de $638.000 millones, con la industria de Computación y Electrónica, siendo la más grande en este rubro. Sin embargo, ninguna de las “Empresas más innovadoras” (incluyendo a las tres grandes de los dispositivos móviles) están entre las que más invierten en I+D. Esto es así por cuarto año consecutivo.

Esto, según el socio de Booz, a cargo del estudio, “demuestra, una vez más, que el monto invertido no importa, mientras que el cómo se invierta sí importa”. El despliegue efectivo de capacidades y herramientas digitales puede brindar a organizaciones, en todos los sectores, ventajas competitivas sostenidas y un retorno sobre la inversión muy significativo. Escoger las herramientas digitales apropiadas para una organización requiere: reconocer cuáles están disponibles, cuáles pueden impactar los requerimientos de innovación de la organización, cómo utilizarlas correctamente en la organización, y continuar experimentando continua-mente.

Investigar para innovar. Para mí es muy claro que la investigación es un insumo valioso para la innovación. Mientras la investigación básica produce nuevo conocimiento, y sin ella el progreso humano probablemente no existiría, la investigación aplicada puede ser dirigida por el afán innovador y producir resultados valiosos a muy corto plazo.

En Costa Rica es frecuente escuchar que el país no invierte suficiente en I+D, y se mide como porcentaje del PIB. Estoy seguro de que esto es cierto y que se mide con alguna metodología estándar, pero me parece obligatorio preguntarse cómo se podría medir la investigación aplicada del sector privado. Todo el esfuerzo que se invierte en tratar de encontrar nuevas maneras de hacer las cosas y nuevas aplicaciones de la tecnología existente. Toda la gente que constantemente está buscando nuevas soluciones a viejos problemas. La investigación no tiene que ser en un laboratorio, mucha investigación sucede en un escritorio, en un pasillo y hasta en el gimnasio. La gente que todos los días hace lo mismo de la misma manera tiene una alta probabilidad de ver su función, a corto o medio plazo, realizada por una máquina.

Todas las organizaciones que viven en un ambiente competitivo están siempre buscando mares azules que les eviten nadar en mares rojos, infestados de competidores, donde es difícil sobrevivir. La búsqueda de nuevos mercados, nuevos modelos de negocios y nuevas experiencias a los usuarios es investigación aplicada. Este tipo de investigación también se puede considerar diseño de soluciones nove-dosas, pues suele resolver problemas viejos con nuevos enfoques o satisfacer necesidades nuevas.

En economías de cosas duras (industriales y agrícolas) es posible obtener, y mantener, ventajas competitivas a base de barreras de entrada y/o salida. Estas ventajas suelen ser muy rentables y duran tanto como duren las barreras. Tanto las barreras naturales como las artificiales tienden a desaparecer.

En economías del conocimiento, crear o encontrar dichas barreras es mucho más difícil, ya que mucho conocimiento no se puede proteger con las leyes de propiedad intelectual. Un buen ejemplo son los dispositivos móviles, en los cuales las ventajas duran muy poco. Dichas ventajas son muy rentables, pero cada vez duran menos. Eso obliga a una innovación constante, lo cual a su vez obliga a investigación permanente.

Triplicar la productividad. Para que Costa Rica llegue a ser un país desarrollado necesita, entre otras cosas, triplicar el PIB per cápita (a hoy). Debido a que no es razonable pensar que vamos a triplicar nuestra capacidad instalada (en fábricas, gente y/o fincas), la única manera será haciéndonos tres veces más productivos. Por suerte, esto es perfectamente posible en una economía basada en el conocimiento. Si nos ganamos el pan con el sudor de la mente, y agregamos tecnología a todos los puestos de trabajo, podemos triplicar (o más) nuestra productividad. Esto requerirá realizar investigación aplicada de manera continua, que nos permita vivir en constante innovación para ser competitivos de manera sostenible.

Artículo publicado en el periódico La Nación

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *