La necesidad humana de contar y de medir se remonta a tiempos inmemoriales: contar ganado, comparar cantidades de cosas, repartir equitativamente, suponen el desarrollo de capacidades de pensamiento abstracto que –hasta donde sabemos– son muy propias del ser humano.
Contar, medir distancias y ángulos dieron lugar a la aritmética y la geometría.
Sin aritmética no podríamos hacer máquinas calculadoras, cifrar mensajes (criptografía), ni explicar las relaciones y proporciones que subyacen en las formas que percibimos como bellas.
La óptica, la astronomía y la navegación náutica o aérea serían imposibles sin trigonometría y geometría.
El álgebra, los logaritmos y la geometría analítica, como abstracciones, potencian aún más las capacidades racionales humanas.
Sin tales herramientas matemáticas serían imposibles las finanzas, la composición musical, los viajes espaciales, las telecomunicaciones, las computadoras, los videojuegos y la animación digital.
Galileo Galilei expresaba que “las matemáticas son el lenguaje en el que Dios escribió el universo”.
La necesidad de comprender la naturaleza estimuló la invención matemática con que los científicos formulan explicaciones sucintas de los fenómenos físicos, que hoy día fundamentan la mayoría de las ingenierías ‘duras’.
Cientec hizo equipo con cuatro de las universidades públicas (TEC, UNA, UCR, UNED) para crear el programa de radio Matex1minuto, con interesantes cápsulas informativas que divulgan interesantes facetas de la matemática de manera amena.
El equipo acaba de publicar el libro Las matemáticas de lo cotidiano , que “presenta historias, conexiones y curiosidades que ‘aterrizan’ esta disciplina a las tareas más comunes de las personas”, en un formato atractivo, útil para entretenernos, educarnos y convertirnos en viajeros del conocimiento –sin límite de edad.
Artículo publicado en el periódico El Financiero