Las tecnologías de información y comunicaciones (TIC) son, sin duda, fundamentales para el desarrollo de este y cualquier otro país.
En Costa Rica, tanto las instituciones públicas como las empresas privadas tienen muchos años de ser usuarios (clientes) de TIC, pero la motivación y la dirección de las inversiones y gastos en tecnologías no siempre han sido racionales y coherentes con los objetivos estratégicos de las organizaciones.
Como participantes de la industria de TIC, Costa Rica tiene como 15 años de manufactura (un tanto limitada) de equipos y componentes ( hardware ) y, sobre todo, de manera muy exitosa, en el desarrollo de programas ( software ).
En lo personal, los ticos cada vez utilizamos más los nuevos artefactos y tecnologías. Nuestros jóvenes, pese a contar con muy baja penetración de equipos en los hogares, son grandes y voraces usuarios de Internet. Los ticos, con la ayuda del monopolio amistoso, somos de los habitantes del planeta que más minutos hablamos por celular (pese a un servicio menos que óptimo pero, por dicha, muy barato).
Estándares abiertos. Una clara señal de madurez de la industria de TIC es el desarrollo de estándares internacionales abiertos. En los albores de la era de la información, los productores de tecnologías se dedicaban a producir tecnologías propietarias, las cuales, a través de mercadeo y artimañas, intentaban imponer como “estándares de facto”. Dichos estándares eran perniciosos, no solo para los usuarios a quienes costaba mucho poder cambiar de proveedor, sino también para los proveedores ya que el mercado se fragmentaba y la falta de competencia directa generaba enormes ineficiencias.
Primero surgieron los estándares de hardware . Múltiples instituciones como el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) y la Unión Internacional de Comunicaciones (UIT) han definido estándares muy valiosos, el principal problema de los estándares de hardware (ya sea de proceso o de comunicaciones) es el tiempo requerido para la definición de los estándares, en algunos casos hasta más de 7 años.
Los estándares de software han sido más difíciles de definir; sin embargo, algunas organizaciones como la Object Managment Group (OMG) y la World Wide Web Consortium (W3C) logran definir estándares en tan solo 18 meses. Una de las dificultades de los estándares de software es que son muchos los requeridos porque cada vez el contenido de las tecnologías es más software y menos hardware .
Para muestra, un botón celular. Imaginémonos un país con un monopolio de comunicaciones, tres redes celulares, dos de las cuales son GSM y no se hablan entre sí. Pero, si las dos son GSM, pensamos los ilusos: ¿cómo es posible que no se puedan intercambiar partes y que ni siquiera se hablen entre si? Eso implica tener muchas más torres de las necesarias, mucho más gasto, peor servicio y una gran vulnerabilidad competitiva. La clave aquí es que los estándares de hardware no dicen nada acerca del software , entonces nos encontramos con redes de hardware estándar (las dos redes GSM operan con los mismos teléfonos), pero el software que integra las redes desde las torres hacia atrás es diferente y ahí empiezan (o terminan) los problemas.
Ni fácil ni barato. La adopción de estándares es urgente y necesaria. Eso, sin embargo es más fácil decirlo que hacerlo. Primero, debemos identificar cuáles son las organizaciones y cuáles los estándares que podemos adoptar en el corto plazo. Entre otras cosas, debemos identificar (y neutralizar) a los que se opondrán, debemos capacitar a los que implementarán y a los que supervisarán. No es un esfuerzo fácil ni barato.
Nuestra industria de TIC será más competitiva ya que, cada vez más, en el ámbito mundial, los clientes piden productos que se adhieran a estándares. Nuestras instituciones públicas podrán librarse de la dependencia que han tenido con los proveedores ya que, si adquieren productos que se adhieren a estándares, cambiar de proveedor es muy fácil, solo hay que conseguir otro cuyos productos se adhieran a los mismos estándares. Nuestras empresas privadas serán más ágiles pues la adopción de los estándares abiertos permite cambiar de funcionalidades y de tecnologías de un modo mucho más rápido y barato.
Todo lo anterior ha llevado al INCAE y al Club de Investigación Tecnológica a unir esfuerzos en un programa denominado “Estándares de TIC para el Desarrollo”, cuyo lanzamiento será el próximo 2 de marzo, con la participación de la señora Karen Evans, directora del Gobierno Electrónico y Tecnologías de Información, del Gobierno de los Estados Unidos. También contaremos con la participación de la OMG y la Contraloría General de la República. Dicho programa incluirá cuatro eventos más durante este año.
Artículo publicado en el periódico La Nación