Menú de tecnologías

octubre 31, 2016 - Noticias, Publicaciones

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El menú de tecnologías nuevas y poderosas, disponibles para empresas e instituciones, se hace cada día más grande. Conforme crece la oferta, se vuelve más difícil decidir cuáles adoptar, cuándo y cómo.

En Costa Rica, todavía hay muchas organizaciones que no han adoptado tecnologías viejas y probadas, como cómputo en la nube ( cloud ) y análisis de datos ( big data ). Pero el tiempo para las nuevas tecnologías es ahora, no podemos estar pedaleando con tecnologías viejas cuando hay un montón de novedades cambiando el mundo.

Estas tecnologías incluyen, entre otras, Internet de las cosas (IoT), blockchain, vehículos autónomos, genómica, manufactura digital, biotecnología y nanotecnología. Pero el menú no termina ahí, también tenemos tecnologías viejas, pero cuyo desarrollo recientemente pasó el punto de inflexión (¿maduraron de repente?) y ostentan un enorme e inminente potencial. Estas incluyen energía solar, inteligencia artificial, robótica y geolocalización.

La verdad es que no importa si las tecnologías son nuevas o viejas, lo fundamental es que alguna de ellas, o una combinación, puede ser la causa de que una empresa desaparezca, hacer irrelevante un mercado (y hasta su regulador), o cambiar para siempre la opinión pública de una institución (imagínense una institución pública de la que a todos nos encantara recibir servicios).

Tiempo para reaccionar

Siempre ha sido importante saber cuál tecnología adoptar, cuándo y cómo, y, sobre todo, para hacer qué. Pero la velocidad de cambio ahora ofrece menos tiempo para reaccionar, y el tamaño del menú de tecnologías puede hacer estas decisiones más confusas y por lo tanto difíciles.

Es bastante obvio que la tecnología no solo sirve para hacer procesos más baratos y eficientes, sino también para eliminar la necesidad de algunos procesos, y para crear otros que nunca habían existido. Pero cada vez el estudio de los casos de éxito del pasado es menos relevante.

Se ha escrito demasiado acerca de cómo AirBnb y Uber utilizando nuevas tecnologías han creado nuevos mercados y han repartido disrupción por doquier. Pero dudo que queden muchos ejemplos parecidos por ser explotados.

Cualquiera que sea su proceso de innovación favorito, para innovar con tecnología, primero hay que entender la tecnología. Está claro que no hay sustituto al entendimiento. El entendimiento es necesario, mas no suficiente.

A mí nunca se me hubiera ocurrido que podrían instalarnos muy barato un juego de sensores (IoT) en el carro, que transmitan datos a una nube privada respecto a qué clase de conductores somos (¿cómo aceleramos, cómo frenamos, cómo cruzamos, a qué velocidad viajamos, cómo respetamos las leyes de tránsito, etc.?).

Estos datos en la nube permiten hacer grandes grupos de conductores similares y con una especie de red social. Estos grupos pueden desechar sus seguros voluntarios y hacer un fondo para autoasegurarse (y ahorrarse un montón de plata, porque los buenos conductores dejarían de subvencionar los seguros de los otros). Claro está que los reclamos al fondo se hacen en línea y duran dos minutos.

Motivos para ocuparse

Las empresas deben preocuparse no solo por los competidores conocidos, ahora hay que preocuparse del competidor que viene de otra industria y que no necesariamente vende lo mismo. Hay que preocuparse por el futuro de nuestro producto o servicio (¿va a seguir siendo viable?), hay que preocuparse del modelo de negocios (¿hay otro más eficiente basado en alguna tecnología nueva o vieja?).

Los gobiernos, nacionales y locales, deben preocuparse por el ciudadano, pues la siempre creciente diferencia entre la calidad de los servicios públicos y privados continuará erosionando la credibilidad del ciudadano, la cual, a su vez, promoverá esfuerzos para utilizar la tecnología para evadir las regulaciones, sin mencionar más actitudes tipo brexit.

Recientemente, en una entrevista con Wired, Barack Obama dijo que pagar impuestos debería ser tan fácil como pedir una pizza o comprar un boleto aéreo, obviamente tiene razón. La persona a cargo de la tecnología del Estado debería aportar el liderazgo necesario para escoger cuáles tecnologías adoptar y convencer al resto de las instituciones de su rápida adopción. Aquellos países en los que el ciudadano recibe servicios públicos de manera barata, rápida y eficiente, gozan de una enorme ventaja.

En Alemania, recientemente, el Bundesrat (cuerpo legislativo federal) aprobó la eliminación del motor de combustión interna a partir del 2030. Nótese que el motor de combustión interna moderno proviene de Alemania, pero tienen la suerte de contar con el liderazgo y el entendimiento para apropiarse de la tecnología que traerá un futuro mejor, tanto en términos económicos como ambientales.

El hecho de que no sea fácil escoger y poner en funcionamiento nuevas tecnologías no es motivo para no hacerlo. Las empresas, instituciones y países que evadan el reto pasarán al baúl de los recuerdos.

Artículo publicado en el periódico La Nación

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