Por Ignacio Trejos
La mayoría de la gente asocia un sistema informático con aquel donde está presente una computadora, capaz de realizar procesamiento de datos según se la haya programado.
En otros sistemas, la computadora y susoftware están ocultos. Un microprocesador sigue un programa alojado en una memoria de solo lectura, que le permite realizar unas pocas funciones de manera dedicada, como parte integral de un sistema mayor.
Los sistemas empotrados están presentes en nuestra vida cotidiana. Nos despiertan alarmas de relojes digitales, programamos la grabación de emisiones televisivas y calentamos la comida en hornos de microondas. Conducimos automóviles con computadoras de abordo que monitorean las señales que envían distintos componentes del vehículo y nuestras vidas pueden depender del correcto funcionamiento de los sistemas de antibloqueo de frenos (ABS).
El área de los sistemas empotrados está en la intersección entre la ingeniería en electrónica y la informática. Desde allí surge la mayor parte de las innovaciones presentes en dispositivos biomédicos, sistemas de control en automóviles y aviónica, dispositivos de comunicaciones, sistemas de control automático y de medición remota, y para la exploración espacial o submarina.
Si bien es promisoria para Costa Rica, hay poca gente especializada en esa área. Profesores como Miguel Aguilar (TEC) y Lochi Yu (UCR) hacen labores importantes de evangelización. Si contáramos con más ingenieros especializados en sistemas empotrados, de tiempo real o biomédicos, atraeríamos más inversión extranjera de alto valor agregado, estimularíamos los encadenamientos entre empresas locales y multinacionales, y potenciaríamos emprendimientos tecnológicos innovadores orientados a la exportación de productos y servicios con mayor contenido.
Artículo publicado en el periódico El Financiero
